Los más de 5.000 seguidores de
Mecasolar instalados en los parques solares fotovoltaicos de
Grupo Opde en España han soportado con gran resistencia durante el pasado fin de semana, días 26 y 27 de febrero, los vientos huracanados que recorrieron la Península Ibérica de norte a sur con motivo de la ciclogénesis explosiva y que alcanzaron velocidades de hasta 200 km/h acompañados de fuertes lluvias.
Este es el caso del gran parque
solar fotovoltaico de Almaraz (Cáceres) -con seguidores solares a dos ejes
Mecasolar -, que resistió
vientos huracanados de hasta 132 km/h sin que ninguno de los seguidores registrara incidencias. La ciclogénensis explosiva afectó también especialmente al parque solar de
Belvis de Monroy (Cáceres), donde se registraron velocidades de viento máximas de hasta 102 km/h. Los más de 5.000 seguidores
Mecasolar instalados por
Opde están ubicados en parques solares de Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Navarra. Todos ellos resistieron velocidades de viento huracanado, provocados por "Xinthia", sin registrar problema de estructura alguno y evitando la rotura de paneles.
"El pasado fin de semana nuestros seguidores han vuelto a batir una marca en resistencia al viento de 132 km/h y demuestran al mercado y sobre el terreno que son unos de los seguidores más robustos y mecánicamente mejor construidos" , asegura Gustavo Carrero, Director de Marketing de
Grupo Opde . Estos seguidores son mantenidos y supervisados constantemente por OPDE desde el Centro de Control ubicado en la empresa Ríos, integrada en
Grupo Opde. Robustos y resistentes a vientos El seguidor a 2 ejes Mecasolar MS-2E Tracker ha sido diseñado para soportar velocidades elevadas de viento -testado en condiciones de hasta 140 km/h- y se puede programar el autómata que controla el movimiento para posicionarse en horizontal ante vientos de más de 70 km/h, u otra velocidad que se considere conveniente en función de la situación de la planta solar.
El mecanismo de seguridad ante vientos con el que cuentan los seguidores
Mecasolar funciona mediante programación del autómata que hace que los seguidores se posicionen completamente en horizontal ante una determinada velocidad de viento. Cuando la velocidad es superior, el freno de motor reductor se suelta y el seguidor se deja en giro libre, similar a las grúas de construcción.
Todo el proceso está controlado por un anemómetro instalado en cada parque, que registra las velocidades de viento y la dirección del mismo. Estos datos se registran en una Base de Datos para su posterior análisis y control del Centro de Control de Operación y Mantenimiento ubicado en Fustiñana (Navarra).
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