La construcción del edificio-puente destinado al Centre d'Interpretació de l'Aigua i del Madriu (CIAM) en Andorra forma parte de una serie de actuaciones paisajísticas y arquitectónicas que pretende revitalizar el entorno entre el Puente de Engordany y el Puente de la Tosca. El equipamiento es un prisma de vidrio que vuela sobre el río y que se ha resuelto con muro cortina Wicsky de
Wicona. Una "caja regalo", así se define el edificio-puente que acogerá buena parte de actividades lúdicas y culturales del paisaje de la Valle del Madriu-Perafita-Claror, perteneciente al Comú de Escaldes-Engordany del Principado de Andorra. El edificio vuela desde el "Roc del Metge" sobre la avenida del Puente de la Tosca hasta el río a una altura de 6 m. Las vigas que lo soportan se sitúan a una cota superior de 3,2 m sobre el nivel de la ribera del río, de acuerdo con las determinaciones del informe de inundabilidad del Gobierno de Andorra.
El espacio cultural se proyecta como un contenedor con una estructura formada por dos cerchas metálicas que crean tres espacios diferenciados: uno central de forma trapezoidal entre las cerchas, y dos crujías laterales de diferentes dimensiones entre estas cerchas y la piel edificio. La envolvente, de gran transparencia, permite la total comunicación entre el interior y el exterior. Para conseguir esta conexión, se ha dispuesto un muro de cortina Wicsky SG de
Wicona con vidrios de diferentes tonalidades y estriados de forma que producen un efecto orgánico y de agua. La fachada se ha construido a base de montantes y travesaños de 50 mm de ancho. El vidrio encolado se ha fijado mediante sellado con silicona estructural. El dibujo de las estrías en la fachada corresponde a la creación de las curvas generadas por la aplicación matemática de las notas musicales, su valor y el tiempo de la pieza musical "Bridge over troubled wáter" de Simon & Garfunkel.
Los movimientos de la cubierta generados por la carga de nieve y la evacuación del agua han sido dos problemáticas que se han tenido que valorar especialmente en el momento de diseñar el sistema de anclaje de la fachada. Para ello, se ha previsto un guarda-aguas con una pendiente mínima del 10% y un sistema de anclaje fijo en aluminio regulable. De esta manera, los anclajes son fijos en la parte superior de cada montante, y se disponen en libre dilatación en la parte inferior, para permitir movimientos por variaciones térmicas o de peso.
El edificio cuenta con instalaciones punteras de climatización, iluminación y sistemas tecnológicos que permitirán realizar acciones y crear efectos singulares. Por ejemplo, la caja podrá convertirse en cubo de luz gracias a un conjunto de LEDs empotrados en los perfiles del muro cortina.
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