El aeropuerto Nacional de Bruselas ha renovado recientemente un sector de la antigua terminal para dar cabida a todos sus servicios administrativos. La originalidad de este edificio radica en su fachada dinámica de vidrio luminiscente
Glassiled RGB , una primicia mundial que lleva la firma
AGC. La fachada del área rehabilitada, con una superficie total superior a los 70 metros cuadrados, cuenta con 28 unidades de doble acristalamiento
Glassiled RGB -Red, Green, Blue (rojo, verde, azul)-, es decir, vidrios
AGC con LEDs integrados (diodos luminosos alimentados por energía eléctrica). Esta hazaña tecnológica permite, gracias a un sistema informático, vestir de color la fachada en función de diseños con movimientos aleatorios o previamente programados. Los arquitectos del proyecto, Storme & Van Ranst, optaron por un diseño sobrio y elegante de líneas verticales. La selección cromática y la secuencia de la animación son el resultado de una estrecha colaboración entre el estudio de arquitectura y los ingenieros de
AGC. Además de su principal función estética,
Glassiled RGB presenta numerosas ventajas técnicas. En primer lugar,
Glassiled RGB puede montarse en unidades de doble acristalamiento. Para cumplir con las exigencias propias de un aeropuerto en términos acústicos, térmicos y de seguridad, el vidrio
Glassiled , laminado por naturaleza, se combinó con el vidrio TopN+ de aislamiento reforzado.
La incorporación de un doble acristalamiento
Glassiled RGB en una estructura de marco metálico es idéntica a la de cualquier doble acristalamiento. Los fachadistas disponen por tanto de una nueva solución pero que se manipula como cualquier otro vidrio. Por último, la instalación de la estructura completa (bastidor + doble acristalamiento Glassiled) también es fácil.
AGC ofrece en todo momento su apoyo técnico para la ejecución del proyecto, con especial atención a las conexiones eléctricas.
El resultado es sensacional: la fachada acristalada, completamente transparente de día, se ilumina al caer la noche, adquiere movimiento y color. A su llegada al aeropuerto, los visitantes pueden disfrutar del juego de luces. Y en el aire, la atención de los pasajeros se distrae y la mirada se dirige a las luces que flotan sobre el nuevo pabellón.