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    10 Dic '10

    Villeroy & Boch, un mundo lleno de inspiración para tu hogar

    260 años creando un estilo de vida

    Villeroy & Boch, es una marca franco-alemana muy reconocida, de cerámica y porcelana, y sinónimo de vajillas de lujo. Con sede en Mettlach, Alemania, cuenta con 24 plantas de producción ubicadas en 12 países europeos, México y Tailandia. La gama de productos incluye artículos de las tres divisiones: Bath y Wellness, Vajillas y Regalos, y Recubrimientos. Con una historia de 260 años, hoy Villeroy & Boch es una marca de estilo de vida presente en 125 países.

    Vajillas

    París. Fue Catalina de Medici quien en el siglo XVI impuso en la corte francesa la costumbre de que damas y caballeros compartieran mesa. Al casarse con Enrique II había traído de Italia a un séquito de chefs y la fina vajilla con la que deslumbraría a sus invitados. Ella introdujo en Francia el uso del tenedor y de la servilleta, cuya invención se atribuye a Leonardo da Vinci.

    Frente a la desmesura de los banquetes medievales, el arte de la mesa se convirtió desde entonces en sinónimo de buen gusto. Villeroy & Boch con su cerámica, se han dedicado durante siglos a mantener vivo ese ritual.

    Creada en 1830, Christofle adornó con su platería la mesa de Napoleón III, que encargó un servicio completo grabado con su sello imperial. La tradición de que cada ocupante del Palacio del Elíseo tenga su propia línea hecha por la marca se mantiene hasta nuestros días. El actual mandatario francés, Nicolas Sarkozy, ordenó un set de cubiertos con su firma y el emblema del Elíseo, y puso en su lista de boda con Carla Bruni varias piezas de alta orfebrería de la marca, como cucharas moka de plata labrada, soperas y ensaladeras.

    Artistas y diseñadores como Man Ray, Jean Cocteau, Andrée Putman y Gio Ponti (de quien se acaba de reeditar una colección completa) crearon piezas para la casa, que se enorgullece de mantener una fabricación casi artesanal. Gracias hoteles, como el Ritz, y el romántico Orient Express también fueron equipados por Christofle, así como varias casas reales de Europa y Oriente. Sin embargo, la historia de esta marca, como la de la buena mesa, no sólo está ligada a la aristocracia. En 1845, su fundador, Charles Christofle, compró los derechos del proceso de plateado por electrólisis y fue el primero en aplicarlo de manera industrial. Hacia finales del siglo XIX, la casa comenzó a producir objetos metálicos enchapados en plata tan brillantes como los de plata sólida, pero a menor coste. Para la burguesía que aspiraba al lujo, esos objetos se volvieron esenciales en los comedores como un signo del arte de vivir francés.

    Imperial

    La vajilla de Villeroy & Boch fue considerada desde sus comienzos "imperial y real". La propia emperatriz María Teresa de Austria autorizó esa denominación al permitir a François Boch instalar la fábrica de cerámicas que había fundado en 1748 en lo que entonces era la provincia de Luxemburgo. De Ludovico II de Baviera al rey Juan Carlos de España, en 260 años de porcelana de la marca ha sido sellada miles de veces con escudos de casas reales y hasta del Vaticano. Del papa Pío XII en adelante, cada pontífice tuvo en su mesa los diseños de Villeroy & Boch. Juan Pablo II y su sucesor, Benedicto XVI, los eligieron personalmente.

    Grandes diseñadores, como Paloma Picasso y Keith Haring, crearon colecciones completas para la empresa, hoy una de los mayores fabricantes de cerámica del mundo, con presencia en más de 125 países. La decisión de orientarse hacia la producción en serie, aunque sin descuidar su minucioso control de calidad, fue clave para ese crecimiento y contribuyó a democratizar el estilo y el arte de la mesa.

    Hoy Villeroy & Boch combina tradición e innovación. Su vajilla ha estado presente en la mesa de los europeos más que cualquier otra. Desde la serie Alt Luxemburg, creada en 1770 y que siguen produciendo, hasta la célebre New Wave, un modelo moderno, ondulado y ergonómico, cuyo diseño ha sido premiado.

    Historia de la abadía (Sede de la compañía)

    En 1809, Jean François Boch compró el edificio de la vieja abadía de Mettlach, en la región del Sarre, e instaló allí una moderna fábrica. Cuando, en 1842, su hijo Eugen se casó con Octavie Villeroy (hija de uno de sus competidores) dio así paso a la firma que hoy conocemos como Villeroy & Boch.

    Enclavada históricamente en el camino de diversos ejércitos, en los últimos siglos Mettlach cambió de mano en 5 ocasiones. Hasta 1815 perteneció a Francia. Fue alemana hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, cuando los franceses volvieron a tomarla por medo de la Sociedad de las Naciones. En 1936 retornó a manos de Alemania, pero con la derrota nazi, en 1945, volvió a ser francesa. Finalmente, en 1957, y tras un referéndum, pasó a ser parte de la Alemania Federal. Los conflictos armados obligaron a los miembros de las familias Villeroy (franceses) y Boch (alemanes) a pelear en bandos opuestos. Hoy, en la abadía funcionan las oficinas centrales y el museo de Villeroy & Boch.

    Baño

    Villeroy & Boch, ha destacado siempre por sus diseños innovadores y refinados, tanto en sus vajillas, que incluyen piezas de cristalería y porcelana, como en los accesorios para baños y cocinas.

    Si bien han sido pioneros en fabricar piezas y accesorios de lujo para cocinas, los cuartos de baño que la empresa propone, son de lo más armoniosos y vanguardistas. Brindando una sensación de relax y tranquilidad, los mismos logran integrarse perfectamente al estilo de la casa en general.

    Actualmente sólo se puede ver en los museos, en fotografías antiguas o en películas históricas: el sencillo lavabo con una jarra a juego, bellamente arreglado con una toalla y un jabón. Cuesta imaginar que, una vez a la semana se llenaba una gran tina en la que toda la familia se bañaba. Y eso era todo lo que se refiere a la cultura del baño. Desde el primer lavabo hasta el baño de hoy, ha habido un largo camino que recorrer, en el que Villeroy & Boch ha desempeñado un papel importante en el diseño.

    La historia de Villeroy & Boch se ha caracterizado por una constante de nuevas metodologías, materiales, productos y categorías de productos. Ya en los siglos XVIII y XIX se pusieron en uso sistemas completamente nuevos de combustión y material cerámico continuamente mejorado. Con el desarrollo del fire clay y la barbotina, a finales del siglo XIX, la empresa alcanzó un verdadero hito tecnológico que dio lugar a una mejora de costes y eficiencia en la industrialización de productos sanitarios en grandes cantidades, logrando que la higiene estuviera al alcance de todos: el baño privado había nacido.

    En 1975, Luigi Colani -uno de los diseñadores más célebres y también más controvertidos de su época- introdujo su permita colección de baño Villeroy & Boch con una mentalidad abierta y un concepto de diseño ergonómico. Toda una revolución y una señal que fue comprendida por toda la industria de muebles sanitarios. Una nueva era había llegado, el cuarto de baño se había librado de ser sólo un lugar para la higiene, ahora era un espacio para la relajación y regeneración.

    Series de Wellness

    Entre las numerosas nuevas propuestas no se pierde un soplo de frescura, como en las innovadoras líneas Loop y Subway.

    Villeroy & Boch propone estas líneas exclusivamente para las tendencias más presentes. Las formas, cada vez más minimalistas, dan testimonio de la atención de la marca a los cambios en las tendencias y exigencias del mercado. Gracias a esto, los diseñadores y los arquitectos tienen hoy en día a su disposición una gama de productos aún más rica, flexible y contemporánea.

    Loop, innovación y purismo de las líneas (cuatro formas geométricas diferentes: círculo, cuadrado, rectangular y oval).
    El nuevo lavabo se ha rediseñado para estar en línea con la tendencias actual, que prefiere un diseño más afilado con formas sofisticadas y elegantes, suaves y limpias.

    Subway, fiel al minimalismo.
    Se redujo aún más a lo esencial. En Subway 2.0, el inodoro y bidé suspendidos fueron renovados con una estética moderna y delgada en el diseño, ideal para baños que reflejan una vida desde el actual estado de ánimo moderno.

    Aveo, el cuarto de baño arquetípico de Villeroy & Boch.
    La pureza de la cerámica, una línea sin bordes, cómodo, relajante. Con Aveo, Villeroy & Boch vuelve a lo básico. Elementos de baño escandalosos en lo esencial. Aveo, diseñado para Villeroy & Boch por Conran & Partners, se inspira en una de las formas más extraordinarias existentes en la naturaleza: el huevo.

    La Belle, el vanguardismo romántico en el diseño del baño.
    Es un homenaje a la gran época del Romanticismo, cuyos temas básicos traduce a la actualidad con un estilo decorativo lúdico: individualidad, pasión, la experiencia consciente de alma y sentimiento.

    Squaro Super Flat. Funcionalidad y diseño.
    La fusión de la estética y confort convierten en innovación al diseño. Como el plato de ducha más plano de Villeroy & Boch. Squaro Super Flat se integra perfectamente en el suelo -por ello, la exitosa serie ya ha recibido numerosos premios de diseño.

    Memento, moderno, limpio y pequeño.
    El conjunto de los sumideros de Villeroy & Boch, Memento, ahora se convierte en una colección completa para el baño de "perfecto diseño minimalista" -han pasado tres años desde que Villeroy & Boch utiliza este lema para presentar las líneas puras de lavabos Memento.

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