Novedad

Fal Calzados de Seguridad, ha creado dentro de su nuevo catálogo 2011 la línea de calzado de protección Top Sport, que se caracteriza por su diseño adeportivado, la incorporación de plantilla antiperforación textil, puntera de seguridad no metálica y suelas grip antideslizantes (SRC).

Esta nueva línea dentro del catálogo de Fal abarca modelos con diseños modernos y adeportivados que incorporan suelas de doble densidad de poliuretano de inyección directa que cumplen una resistencia al deslizamiento SRC sobre baldosa y acero. Además estas suelas evitan la fatiga muscular y las vibraciones, y absorben la energía en el talón para evitar microlesiones y daños musculares.

El siguiente denominador común de todos los modelos de la línea es la plantilla antiperforación no metálica que cumple las normativas europeas de protección ISO EN 20344, referidas al riesgo derivado de la presencia de clavos, astillas, cristales y otros elementos que potencialmente puedan atravesar una suela convencional. Combina resistencia con ligereza y flexibilidad, y comodidad con protección. Está elaborada con un tejido más fuerte que el acero, y es resistente a llamas y altas temperaturas, protegiendo frente a riesgos térmicos de hasta 400 grados.

Por último, y como elemento de protección unitario de la línea, los modelos incorporan puntera Ultraligera Vincap, que cumple con la normativa EN-344 y EN-345 y ha sido diseñada para resistir un choque de 200 julios y una compresión de 15 Kn. Al ser una puntera de composite y no de acero, aligera el calzado y evita el cansancio y las molestias del excesivo peso, y son más confortables, aumentando la satisfacción y el confort en los pies.

Esta línea abarca doce modelos de zapato y semibotas fabricadas en pieles serraje y cordura, y la mayoría de los modelos, además de las ventajas anteriormente citadas, no incorporan elementos metálicos en su fabricación, y todos ellos van marcados con los símbolos de protección ambiental S1, S2 o S3, que significa que ese determinado zapato o bota permita disipar cargas electrostáticas con una resistencia entre 0,1 MW y 1.000 MW, además de abarcar resistencia a otros determinados riesgos, como la perforación, la penetración de agua y o la resistencia a hidrocarburos.