El Palacio de Congresos, Exposiciones y Auditorio de Burgos se ubica en un espacio urbano a las orillas del río Arlanzón denominado "Solar de Caballería". El edificio queda inserto en un proyecto que consiste en una agregación de piezas tridimensionales que se aglutinan en un volumen casi compacto en el solar. El núcleo del conjunto es el Museo de la Evolución Humana, que está amparado a un lado por el Centro de Investigación Arqueológica, y por el otro por el auditorio y centro de congresos; la fachada de este último equipamiento ha sido solucionada mediante un muro cortina estructural de
Wicona. El volumen que alberga el Palacio de Congresos, Exposiciones y Auditorio se gira sutilmente hacia la Catedral de Burgos y adelanta su fachada para abrazar el montículo verde común a los tres edificios. El espacio entre el museo y este equipamiento se cede a la ciudad como calle peatonal desde la que disfrutar desde el exterior e interior de la actividad de ocupantes y transeúntes a través de sus fachadas de vidrio. Consta de dos grandes salas y un gran espacio para exposiciones iluminado cenitalmente, que al mismo tiempo, infiltra la luz a los vestíbulos.
La estructura del edificio es de hormigón y mixta de acero y hormigón. La piel del edificio combina una chapa roja que reproduce unos garabatos que tiene el objetivo de proteger de luz determinadas zonas del interior, con módulos de aluminio y una doble piel acristalada que supone 14.000 m² de muro cortina estructural, juntando ambas pieles. Para su concepción se ha elegido el sistema Wictec EL/SK de
Wicona , que se exhibe mediante una estructura de aluminio anodizado con sellante de EPDM y elementos de poliamida. Su disposición y dimensión no es casualidad, puesto que para su definición se tuvo en cuenta un estudio sobre las prestaciones de resistencia y transmisión térmica que acorde a las condiciones climáticas del entorno, y la orientación del edificio, precisaban cada una de las fachadas.
Cada módulo tiene 3 divisorias horizontales de vidrio. En la piel exterior, los montantes y travesaños soportan un acristalamiento extraclaro de 10+8 mm, mientras que en la piel interior, 6+6/20/6+6 mm, con diferentes características y coeficiente de transmisión térmica hasta 1,1 W/m²K, según la orientación de las fachadas y su posición en cada una de ellas.
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