Empresa

Cradle to Cradle (C2C) es un concepto en el que los residuos y subproductos hacen las veces de materias primas para un nuevo producto. En otras palabras, las materias primas son continuamente utilizadas y reutilizadas. Es una idea del químico alemán Michael Braungart y el arquitecto estadounidense William McDonough, quienes desarrollaron conjuntamente un programa denominado MBDC (McDonough Graungart Design Chemistry), en el que plantean el reto de diseñar productos de forma más inteligente y con ello hacer un uso óptimo de los procesos de producción que contribuyen positivamente al medioambiente. El concepto va más allá del reciclaje y no se centra en la reducción del consumo, sino en un desarrollo sostenible.

Esta visión encaja perfectamente con la forma de trabajar de AGC. Los productos AGC están hechos de materias primas ampliamente disponibles, como arena, sosa y dolomita. Además, AGC incorpora entre un 25% y 31% de vidrio reciclado en la producción de vidrio float de serie. La ventaja de utilizar restos de vidrio reciclados es que éstos se funden a temperaturas más bajas que las materias primas, lo que requiere menos energía y reduce las emisiones. Todos los productos de desecho que quedan como residuos después del reciclaje se procesan, algunos directamente, y otros tras someterse a algún tratamiento (por ejemplo, la eliminación de metal).

Responsabilidad social corporativa (RSC)

El concepto C2C se articula perfectamente con la política de AGC en lo que respecta a la responsabilidad social corporativa (RSC), también conocida como el principio Personas-Planeta-Beneficios. Es así como los sistemas de gestión del medioambiente y la seguridad de AGC han sido certificados de conformidad con las normas ISO 14001 y OHSAS 18001, y la empresa trabaja continuamente para mejorar su desempeño en este ámbito.

La etiqueta Cradle to Cradle es una prueba más del compromiso de AGC con la protección del planeta.