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Para Jordi Busquets, diseñador industrial, "los ventiladores de techo todavía admiten mucho diseño", por eso ha diseñado para Faro Barcelona el modelo Wind, un aparato que además de refrescar de forma natural contribuirá a la belleza de la estancia. El trabajo de este profesional, que idea objetos con una estudiada mezcla entre funcionalidad y diseño, encaja perfectamente con la filosofía de Faro Barcelona: ideas simples pero ingeniosas.

En palabras de Busquets, Wind es "un ventilador monocuerpo, de líneas imperecederas, que se integra en el ambiente de forma discreta. No es un producto estridente, al contrario, está pensado para ofrecer bienestar y descanso".

Con un motor de acero, cuatro palas de madera y un difusor de cristal opal, es ideal para espacios amplios, a partir de 18 m² y, además de refrescar, proporciona una luz difusa y agradable. Funciona con mando a distancia y tiene un consumo máximo de 62 wattios. Al incorporar función reversible es apto tanto para verano como para invierno, ya que cuando hace frío ayuda a mezclar las capas de diferentes temperaturas y consigue optimizar el calor que emite la calefacción.

Jordi Busquets: "En innovación e imagen de ventiladores todavía hay camino porrecorrer"

Con una experiencia profesional de casi dos décadas, Jordi Busquets es un diseñador industrial polivalente. Para él, diseñar su primer ventilador de techoha sido un reto "sobre todo técnico, en cuanto al estudio y desarrollo del cuerpo monobloc totalmente carenado y la integración de las aspas con la lámpara y el florón", comenta.

Pero, también afirma, que le gusta trabajar en sectores muy diferentes y diseñar productos muy variados. "Mi idea principal fue convertir el ventilador en un ente en sí mismo. Es decir, en un concepto total que no pareciera una suma de partes sino un todo integrado. Buscaba integrar todas sus piezas en una sola forma, por eso Wind es sencillo, estético, limpio… y esto es lo que lo hace atractivo y diferente".

En su opinión, una forma compleja nunca se recuerda tanto como una forma simple, "eso sí, tiene que evocar algo agradable, que emocione", comenta el diseñador. Por eso el diseño de Wind recuerda a una copa daiquiri o a una margarita invertida, "son formas que tenemos en la mente y asociamos a algo agradable, algo que ya conocemos".