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    31 Dic '14

    Las armaduras de polietileno en láminas de impermeabilización bituminosas de Texsa suponen una mejora en adaptabilidad a los soportes estructurales actuales

    Solución específica para sistemas no adheridos de láminas respecto al soporte

    Texsa Systems, empresa española fabricante de productos y materiales de la construcción para la impermeabilización, el aislamiento térmico y el acústico, así como de geotextiles y drenajes, ha desarrollado soluciones específicas de impermeabilización diseñadas para sistemas no adheridos o flotantes de láminas respecto al soporte.

    Los fabricados de Texsa SUPERMORTERPLAS 4 Kg y SUPERMORTERPLAS 4,8 Kg, con una doble armadura de polietileno (PE+PE), son láminas diseñadas para estos casos. Por su parte, las láminas HIPERMORTERPLAS 4 Kg e HIPERMORTERPLAS 4,8 Kg, con una doble armadura de fieltro de poliéster y polietileno (FP+PE), además de la ventaja diferencial sobre los efectos térmicos en los movimientos de la lámina, ofrecen mejoras mecánicas a tracción y punzonamiento.

    El empleo de estos sistemas es el adecuado cuando se pretende priorizar una buena calidad de impermeabilización en cuanto a adaptabilidad a los movimientos estructurales, adaptabilidad a las mejoras constructivas del mercado y sobre todo en durabilidad.


    Armadura de polietileno, ideal para aplicaciones flotantes en láminas impermeabilizantes

    Para este tipo de aplicaciones flotantes respecto al soporte, tanto membranas monocapas como bicapas, son ideales las láminas impermeabilizantes con armadura de polietileno (PE), ya que esa armadura contribuye decisivamente a que en los movimientos por efectos térmicos la armadura no realice esfuerzo alguno sobre el mastico que la recubre, con lo que la fatiga interna molecular del betún es mínima, alargando la vida de la membrana. Además, la armadura de polietileno es también un material impermeable en sí, lo que añade a la lámina una estanqueidad óptima.

    Evolución hacia estructuras con menos apoyos

    En unos momentos en que la técnica constructiva ha perdido parte de su protagonismo, cediéndolo a otros ámbitos como la productividad y la funcionalidad en la construcción, las estructuras de hormigón armado y, sobre todo, las estructuras metálicas, han evolucionado hacia grandes luces y menos apoyos para conseguir grandes espacios vacíos y efímeros. Tecnológicamente, la introducción de materiales innovadores ha permitido que la gran mayoría de las estructuras tenga grandes deformaciones a flexión, haciendo del edificio una gran masa dinámica que dilata y se contrae durante todo su ciclo de vida.

    Este factor, en el que el esqueleto tiene vida propia, ha obligado a que los materiales que conforman la piel del edificio, coberturas y fachadas, absorban como mínimo todas las deformaciones estructurales. No es raro ver, en edificios de obra vista, cómo se separa la fachada de los forjados por un exceso de deformación estructural que la propia cerámica no llega a absorber.

    A las cubiertas se les añaden factores directos de deformación como la temperatura, los rayos UV o las cargas puntuales, que acaban superando incluso los ya complejos movimientos estructurales. Parece idóneo, en estos casos, que los elementos de cobertura no estén intrínsecamente unidos a la estructura, sino que trabajen como complejos flotantes, pudiendo así ambos sistemas ser libres de tener sus propias deformaciones.

    Sistemas constructivos en seco e independientes de la estructura

    La evolución de la construcción y las normativas actuales conducen hacia soluciones prefabricadas que, a su vez, permiten sistemas constructivos en seco e independientes de la estructura.

    Actualmente en la normativa vigente UNE 104401-2013 Impermeabilización en la edificación sobre y bajo rasante con láminas bituminosas modificadas viene recogido el sistema no adherido de láminas bituminosas respecto al soporte, tanto cuando la membrana se compone de una sola lámina (punto 5.3.2.5.2.1.2), como cuando es multicapa, es decir, que la membrana se compone de dos o más láminas (punto 5.3.2.5.2.2.2).

    La ventaja de este sistema respecto de los sistemas de láminas adheridas al soporte es que permite que la membrana impermeabilizante, ya sea monocapa o bicapa, dilate y contraiga de acuerdo a los movimientos lógicos que debe tener según los cambios de temperatura con más facilidad que si estuviera adherida, ofreciendo a su vez una independencia de los movimientos estructurales.

    Esta característica de las láminas flotantes no suele ser apreciada en su justa medida desde el lado de la práctica de la impermeabilización, ya que suele no comprenderse en toda su amplitud el funcionamiento de los materiales en presencia de los esfuerzos térmicos o estructurales y concretamente de las láminas asfálticas, cuando sin embargo son los esfuerzos que sufren a diario.

    Además, una lámina adherida tiene su movimiento de dilatación-contracción impedido por su fijación al soporte. Esto hace que el betún que la compone tenga tensiones internas, sobre todo en la cara superior de la lámina, que hace que ésta sufra por efectos térmicos. Lógicamente, este efecto tiene correlación con la fatiga del material a medio plazo y por ello se suelen utilizar en soluciones adheridas, láminas cuyas armaduras tengan nulo poder de movimiento (armaduras con fibras de vidrio, FV) o con un poder de movimiento relativo (armaduras con fieltros de poliéster, FP, o composites de fieltros de poliéster modificados con fibras de vidrio, FPV).

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