×

Productos

    Abrir menu
    Empresa
    27 Feb '18

    El gas radón en la edificación

    Synthesia Internacional desarrolla un sistema de poliuretano con función de barrera anti-radón

    Diferentes normativas vigentes establecen la obligación de tomar medidas para garantizar unos mínimos de salubridad y seguridad en el interior de un edificio. En estos desarrollos genéricos, la protección frente al radón no tiene un apartado propio por el momento.

    Haciendo un breve resumen de los artículos anteriores dedicados al gas radón en la edificación: el radón es un gas radiactivo que procede de los suelos rocosos. Al ser incoloro e inoloro es difícil de detectar y se acumula en el interior de los edificios y espacios cerrados, siendo un potencial riesgo en la salud de los seres humanos.

    El acceso del gas radón al interior de los edificios se puede producir por diferentes elementos: los huecos en fachada - si el aire exterior está contaminado -, los muros de sótano - si no son lo suficientemente estancos - o el suelo en contacto con el terreno - si falta una barrera anti-radón-.

    Filtración radón edificio
    Normativa referente al gas radón
    Marco legislativo en España

    La protección frente al gas radón comienza con la normativa vigente.

    En España, el Código Técnico de la Edificación, en el documento básico de salubridad (HS) establece que el requisito básico de "Higiene, salud y protección del medio ambiente" consiste en:

    Reducir a límites aceptables el riesgo de que los usuarios, dentro de los edificios y en condiciones normales de utilización, padezcan molestias o enfermedades.

    El Documento Básico de Salubridad, en su apartado referido a la calidad del aire interior, establece la necesidad de eliminar los contaminantes que puedan afectar a las personas, pero no determina de forma explícita ni cuáles son dichos contaminantes ni cómo hacerlos frente.

    Actualmente el Ministerio de Fomento, con la colaboración del Consejo de Seguridad Nuclear, y el apoyo técnico del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja del CSIC, está elaborando un borrador de reglamentación de protección frente al radón en los edificios enmarcado en el ámbito del CTE. Previsiblemente se publicará en este 2018.

    Marco legislativo internacional

    Con objeto de disminuir el riesgo de cáncer de pulmón asociado al radón, la Comisión Europea, en el Euratom 90/143, recomienda que no se superen concentraciones de 400 Bq/m3 en edificios existentes y 200 Bq/m3 en edificios nuevos.

    La Comisión Internacional de Protección Radiológica, de la que España también es miembro, presentó en su comunicado sobre el radón de noviembre de 2.009 una revisión de los niveles de exposición al radón y los productos de su progenie que no deberían sobrepasarse. Dicha revisión se justifica motivada por la nueva información disponible sobre los efectos sobre la salud atribuibles al radón, y reduce el nivel máximo de 600Bq/m3 en 2.007 a 300Bq/m3 en 2.009 para viviendas. En el caso de puestos de trabajo, se considera que deben implementarse medidas protectoras a partir de los 1.000Bq/m3.

    Existe consenso en la comunidad científica internacional de que los factores más influyentes en la concentración de radón en el interior de los edificios podrían agruparse en tres tipos:

    1. Factores geológicos: concentración de gas radón en el terreno, grado de fracturación, y permeabilidad al aire;
    2. Factores constructivos: existencia de sótano o de forjado sanitario, presencia de barreras contra el radón y/o ventilación, elementos constructivos;
    3. Factores atmosféricos: diferencias de presión entre el gas retenido en el terreno y el exterior, precipitaciones, temperatura, viento.

    En líneas generales, en una gran parte de los países se están estableciendo concentraciones máximas de radón deseables en el interior de las edificaciones y elaborando guías sobre cómo evaluar el riesgo y cómo solventarlo, remarcando la importancia de las acciones preventivas.

    Protección frente al gas radón en una edificación

    En este entorno legislativo no definido, es necesario que exista una protección frente al gas radón tanto en nueva construcción como en edificaciones ya construidas.

    Protección frente al radón en nueva construcción

    Existen dos maneras de enfocar el problema del gas radón para edificios de nueva construcción: disuadir el gas que exista en las inmediaciones o evitar que éste traspase el cerramiento de la edificación.

    En términos constructivos, las soluciones serían:

    - Eliminar los gases provenientes del terreno a través de, por ejemplo, una forjado sanitario ventilado.
    - Emplear barreras anti-radón en los elementos constructivos de cerramiento.

    Protección frente al radón en edificios ya construidos

    Tras un estudio de la problemática, algunas de las posibles soluciones serían:

    - Sellado de juntas, grietas y paso de instalaciones
    - Aislamiento de estancias enterradas, como sótanos y garajes.
    - Instalar un sistema de ventilación mecánica en las estancias afectadas
    - Aplicar barreras anti-radón en el contacto con el terreno

    La barrera frente al radón de Synthesia Internacional

    Han desarrollado un sistema de poliuretano con función de barrera anti-radón.

    Solicitar más información

    VIDEOS

    ×
    Filtros
    Visualizar en modo Cuadrícula Visualizar en modo Listado
    anterior
    página de
    siguiente
    Las cookies nos permiten ofrecer nuestros servicios de forma más rápida y personalizada. Al acceder y continuar navegando en esta web acepta el uso de cookies. Para más información, lea nuestra Política de cookies
    Aceptar
    X

    Suscríbete!

    56.000 usuarios

    ya reciben toda la actualidad de la
    Arquitectura, Ingeniería y Construcción

    SUSCRÍBETE