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    11 Feb '19

    Trabajar de pie, consejos para mejorar la ergonomía y el bienestar

    Las opciones son variadas, desde mesas monitorizadas como Power de Actiu, a otras que no precisan de electrificación y cuya elevación se lleva a cabo mediante un sistema de pistón de gas, como el nuevo Talent, que permite además apilarse y plegarse

    Pasar ocho horas al día sentado ya no está de moda. Tampoco hacerlo de pie. La clave está en el equilibrio o, mejor dicho, en el movimiento. En la posibilidad de desempeñar las actividades laborales diarias en movimiento, alternando diferentes posturas para favorecer la salud y el bienestar físico y, con él, la felicidad emocional.

    El sedentarismo y la pasividad muscular ralentizan el metabolismo y la reducción de enzimas y elevan los niveles de glucosa y colesterol.


    La solución de compensar las horas sentados con sesiones intensas de gimnasio para desentumecer articulaciones y músculos tampoco es buena, sino introducir el movimiento en nuestro día a día, especialmente en puestos de trabajo tradicionalmente estáticos.

    De hecho, nuestra herencia genética es contraria a pasar largas horas sentados – además de las que pasamos durmiendo acostados -. Eran pocos los momentos de descanso de nuestros antepasados, de ahí que nuestra salud se resienta de la inactividad. A las horas inmóviles en el trabajo, se suman las del coche, el metro, el autobús, el sofá de casa y las horas de la comida.

    Las ventajas de incorporar el movimiento y el trabajo de pie en las rutinas laborales diarias son incontables. Mejora los efectos nocivos del sedentarismo, disminuyendo el estrés y el riesgo de padecer enfermedades graves y aumentando la esperanza de vida, ya que se queman más calorías y se mejoran el ritmo cardíaco y los dolores de espalda.


    También mejora el estado de ánimo, el humor y la productividad, ya que estar de pie aumenta la atención e incita a completar la tarea en la que se está trabajando, con menos distracciones. De hecho, reduce el absentismo – el dolor de espalda es uno de los principales causas de baja -, y fomenta la motivación de los trabajadores.

    Es por eso por lo que las mesas elevables son una tendencia cada vez más implantada en los espacios de trabajo. Mesas que pueden modificar su altura para adaptarse a las necesidades de movimiento del usuario y que permiten distribuir la jornada laboral en periodos de tiempo sentados y periodos de tiempo de pie, dependiendo de las necesidades concretas de cada tarea y cada usuario.

    Las opciones son variadas, y existen desde mesas monitorizadas que integran tecnología y diseño -como el modelo Power de Actiu- a otras que no precisan de electrificación y cuya elevación se lleva a cabo mediante un sistema de pistón de gas -como el nuevo modelo Talent, que permite además apilarse y plegarse-. Incluso, mesas que cumplen estrictamente con las regulaciones internacionales más exigentes y que permiten ser elevadas para cada puesto de trabajo, como Mobility.


    La costumbre de trabajar de pie no es nueva. El Nobel de Literatura Ernest Hemingway trabajaba de pie sobre un estante en el que instalaba su máquina de escribir. También el presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson, y el emperador austríaco Francisco José de Austria trabajan de pie ante su escritorio, pero la lista es larga e incluye a Leonardo da Vinci, Benjamin Franklin, Charles Dickens, Lewis Carroll, Virginia Woolf y Vladimir Nabokov.

    La novedad estriba en la flexibilidad que el diseño y la tecnología aportan ahora a las mesas de trabajo. De ese mobiliario histórico improvisado y de modelos específicos para centros educativos y de investigación, las nuevas mesas elevables se han hecho ahora un hueco en espacios de trabajo y home offices de todo el mundo, que dan como resultado usuarios más felices, más sanos y más productivos.

    Estos son algunos consejos para aprovechar todo el potencial de esta forma de trabajo flexible y más activa:

    - Integra la rutina de trabajar de pie poco a poco.
    - Empieza la jornada trabajando de pie y, antes de irte a casa, deja el escritorio elevado para el día siguiente.
    - Ponte de pie durante las llamadas telefónicas. Aprovecha para moverte
    - Trabaja de pie después de la hora de la comida. Evita la fatiga y el amodorramiento
    - Escucha a tu cuerpo. Si te cansas y notas molestias, siéntate.
    - Si notas que te distraes fácilmente o te notas entumecido por estar sentado, ponte de pie y reactívate.
    - No pasar más de dos horas en el mismo sitio, más allá de paseos esporádicos para estirar las piernas.
    - Usa ropa y zapatos cómodos.
    - Puedes usar un taburete como apoyo y música durante los períodos en que estás de pie para estar más cómodo y sentirte más activo.

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