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    16 Jun '21

    Granits Barbany, la empresa familiar de picapedreros que trabaja en grandes proyectos como la Sagrada Familia

    La empresa de Llinars del Vallès, apuesta por las mejoras tecnológicas sin olvidar la vertiente artesanal del oficio. Además de los trabajos para el Templo de Gaudí, Granits Barbany también colabora con reconocidos artistas internacionales

    La historia de esta familia de picapedreros está llena de vocación. Todo empezó a finales del siglo XIX con Joan Barbany y, más tarde, sus hijos, Peret y Pitu, continuaron con la empresa familiar. Ahora, Jordi Barbany, junto a su hijo Arnau, vive el oficio con la misma pasión que su abuelo, tío y padre. En estos más de cien años, los Barbany han pasado de cortar bloques en bruto a fabricar piezas especialmente diseñadas para la construccióń de la Sagrada Familia.

    Ubicada en Llinars del Vallès –donde las canteras de las montañas del Coll fueron la fuente de ingresos durante décadas- Granits Barbany es una de las compañías artesanas que más años lleva trabajando en la Sagrada Familia. La gran obra de Jordi Barbany, tercera generación y ahora al frente de la firma, fueron las 18 columnas de la calle Sardenya de la internacional obra de Gaudí. El año 2015 recibió el Diploma de Mestre Artesano que otorga la Generalitat de Cataluña como potenciador del oficio.

    Una historia vinculada a la Sagrada Familia

    Granits Barbany está altamente ligada con la Sagrada Familia, una relación que les ha hecho crecer y despuntar profesionalmente. El abuelo de Jordi Barbany, Joan, empezó a vender piedra que extraía de Òrrius y Llinars a intermediarios de la Sagrada Familia.

    Más tarde, en los años 90, el actual CEO de la empresa empezó a servir piedra directamente para el Templo, en concreto, un granito llamado ojo de serpiente, "de nuestra cantera del Maresme", explica. Todo empezó, recuerda, con la colocación de la escultura de Sant Josep de Calassanç, de Manuel Cusachs quién, además, contactó a Jordi con Carles Farràs, técnico de obra a la Sagrada Familia y con otros profesionales como Toni Caminal. Desde entonces, los arquitectos de la Sagrada Familia han destacado la vertiente artesanal y de fabricación de los picapedreros de Llinars del Vallès.

    Granits Barbany, donde ya trabaja la cuarta generación, es un ejemplo de tradición, pero también de innovación. En este sentido, la empresa familiar ha adaptado en estos últimos años maquinaria otros sectores como el automovilístico o el metalúrgico para poder materializar las estructuras que pedían los arquitectos de la Sagrada Familia.

    Las tareas llevadas a cabo en la popular obra de Gaudí, en todos estos años, han sido muchas: los ángeles de la fachada de la Pasión, las columnas de la fachada de la Gloria o de los frontones del Ábside y las esculturas de Sant Josep de Calassanç y de San Ignacio de Loiola, por ejemplo.

    Liderando el negocio picapedrero con tradición y nuevas tecnologías

    El taller de esta empresa centenaria ha visto como este negocio artesano ha ido cambiando en los últimos años. El uso de herramientas tradicionales como el martillo o la plomada conviven con la formación tecnológica que se ha producido dentro del taller. La incorporación de técnicas y herramientas tecnológicas permiten ahora lograr creaciones únicas en el ámbito europeo.

    Granits Barbany tuvieron en 2003 su primer robot. "Entró para resolver varios aspectos del oficio y de nuestra empresa", explica Jordi Barbany. Eran unos años en el que los picapedreros iban desapareciendo, y con ellos el oficio. Además, el sector estaba encallado en la poca producción que se podía hacer, y apostaron por la industrialización, como ya se hacía en Francia o Italia.

    En este sentido, la empresa de Llinars del Vallès incorporó su primer robot, que también fue el primero de España trabajando la piedra, para lograr la producción de 26 columnas de la Fachada de la Gloria de la Sagrada Familia. "Ahora, tenemos 5", se muestran orgullosos. Estos robots permiten aproximarse más al diseño, y que "el artesano pueda hacer los acabados".

    Además de los trabajos para el templo catalán, Granits Barbany colabora con una larga lista de artistas, tanto del panorama catalán como internacional. De la fábrica salen piezas que se exponen a museos como el MOMA o el Louvre. Jordi Barbany ha participado en la realización de obras de renombre mundial como Santa Maria de Mar y ha dejado huella en numerosos monumentos y esculturas. En su vertiente más artística, ha colaborado con grandes artistas como Jaume Plensa, Adel Abdessemed, Jordi Benito, Perejaume, Spencer Finch, Manuel Cusachs o Lau Feliu, entre otros.

    La historia de los Barbany empezó hace más de cien años. Su abuelo construyó la columna de la Farola de La Rambla de Barcelona y Pitu fue el responsable del monumento a Josep Pla de Palafrugell o la columna del Patio de los Curas en Elche. Ahora, Jordi Barbany ha sido capaz de adaptar la metodología de trabajo de artesano picapedrero en pleno siglo XXI y de construir un sello propio en la empresa.

    Artesanía, historia, fiabilidad, respeto y honestidad son los grandes valores de Granits Barbany. La empresa familiar tendrá continuidad con Júlia y Arnau, los hijos de Jordi. Para ellos, igual que para todos sus antepasados, es un orgullo ser artesanos.
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