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    7 Feb '22

    Aislamiento URSA en la ampliación del Museo del Vino en Vilafranca del Penedès

    URSA, que ya estaba presente en el proyecto de climatización del museo en el que se instalaron más de 2.300 metros cuadrados de conductos URSA AIR Zero P8858, firma también la fachada ventilada del nuevo edificio

    El descubrimiento de un gran cementerio medieval con 113 esqueletos y tumbas que corresponden a la segunda mitad del siglo XIV supuso un importante retraso en las obras de ampliación del el Centro Nacional de la Cultura del Vino, Vinseum, un auténtico museo lleno de joyas y curiosidades que muestran la gran tradición e historia del vino.

    Pero una vez reanudadas, las obras de ampliación y remodelación están prácticamente construidas y ya se está trabajando en la museística del espacio interior. Sus promotores esperan que las nuevas instalaciones puedan inaugurarse a finales de 2022 o principios de 2023, para atraer a los amantes del enoturismo y promover el patrimonio vitivinícola de la comarca del Penedès.

    Con un presupuesto de 4 millones de euros, parte de ellos procedente de Fondos Feder, el proyecto ha incluido el derribo del edificio de Cal Pa i Figues (anexo al Palacio Real) y la construcción en su lugar de un nuevo equipamiento museístico que acogerá la exposición definitiva de las culturas del vino de Cataluña, con 2.000 metros cuadrados de superficie útil.

    URSA, que ya estaba presente en el proyecto de climatización del museo en el que se instalaron más de 2.300 metros cuadrados de conductos URSA AIR Zero P8858, firma también la fachada ventilada del nuevo edificio.

    La instalación de la fachada ha sido realizada por la empresa CobreZinc Arquitectura, una compañía especializada en la ejecución de fachadas y cubiertas en cobre y en zinc con aislamiento, estructura de madera o acero e impermeabilización.

    Su gerente, Marc Cadena, explica que para la instalación del aislamiento tuvo que realizarse un buen replanteo de los perfiles verticales tipo zeta de acero galvanizado para alojar, posteriormente, el aislamiento URSA TERRA Vento P4252. "Una vez colocados los perfiles cada 60 centímetros", explica Cadena, "se fija el aislamiento mecánicamente mediante unos tacos de poliamida. La principal dificultad es el replanteo de las zetas para que no queden huecos sin aislar que puedan dar lugar a puentes térmicos en la fachada".

    Para este arquitecto técnico, a día de hoy, ya no se concibe una fachada de un edificio sin aislar. La empresa eligió URSA TERRA Vento P4252 por la manejabilidad de su formato, su facilidad de recorte e instalación cubriendo todos los huecos incluso en rincones y esquinas. "Hemos elegido a URSA por la rapidez en el suministro del material y por el cumplimiento del requerimiento clase A1 de reacción frente al fuego para fachada ventilada y su lambda. En definitiva cumplía todas las prestaciones solicitadas en este exigente proyecto", relata.

    La entrevista completa con Marc Cadena puede verse aquí

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