La humedad es uno de los problemas más frecuentes en viviendas, tanto en construcciones antiguas como en inmuebles de reciente construcción.
Su presencia no solo compromete la durabilidad de los materiales y el confort térmico, sino que también puede afectar a la salud de los ocupantes y al equilibrio higrotérmico del edificio.
No todas las humedades son iguales ni tienen la misma causa, por eso es fundamental saber
identificarlas correctamente antes de aplicar cualquier tratamiento, ya que un diagnóstico erróneo puede conducir a intervenciones ineficaces, incremento de costes y, en muchos casos, agravamiento de los daños.
Cómo saber qué tipo de humedad tengo Distinguir el tipo de humedad es clave para aplicar la solución correcta y no provocar nuevos problemas. Una forma rápida para identificar los tipos de humedades es la siguiente:
Si la humedad se localiza en la
parte baja del muro y asciende de forma uniforme → Humedad por Capilaridad Si aparece en
ventanas, techos o esquinas frías → Humedad por Condensación Si se localiza en zonas en contacto con el exterior o
tras lluvias intensas o una fuga → Humedad por Filtración o Accidental Aunque estas son posibles maneras de distinguir las distintas humedades, un especialista puede usar
mediciones gravimétricas, higrómetros de resistencia, cámaras termográficas o análisis de conductividad eléctrica para confirmar el diagnóstico y así evitar errores.
Humedad por capilaridad La
humedad por capilaridad es la más común en construcciones antiguas o en viviendas a nivel del suelo. Se produce cuando el agua del subsuelo asciende a través de los poros microscópicos de los materiales de construcción (ladrillo, piedra o mortero) debido a un
desequilibrio electrofísico entre el potencial eléctrico del terreno y el muro Consecuencias de la humedad por capilaridad La humedad por capilaridad suele manifestarse en la parte baja de las paredes, hasta aproximadamente un metro de altura. Los síntomas más frecuentes son:
•
Manchas uniformes que ascienden desde el suelo.
•
Desconchados en la pintura, revocos o enfoscados.
•
Olor a humedad persistente y pérdida de confort ambiental.
•
Eflorescencias salinas que cristalizan y desintegran el soporte (restos de sales blancas en la superficie).
• Deterioro de pavimentos, rodapiés y materiales higroscópicos.
Estas manifestaciones no son un simple problema estético, sino un
proceso físico de degradación estructural que puede comprometer la resistencia mecánica del muro si no se trata adecuadamente.
Cómo solucionarla Aplicar pinturas impermeables,
morteros antihumedad o hasta
inyecciones químicas para la humedad puede ocultar temporalmente el problema, pero no elimina su causa: la solución pasa por detener el ascenso del agua y restablecer el equilibrio eléctrico del muro.
Sistemas como
Biodry son la
solución definitiva para eliminar la humedad por capilaridad , ya que
restablecen el equilibrio eléctrico natural entre el terreno y la estructura , haciendo que el agua deje de subir y se dirija de nuevo hacia el subsuelo.
A diferencia de otros métodos invasivos —como las inyecciones químicas o los morteros impermeables—,
Biodry no utiliza productos tóxicos ni requiere obras y garantiza un secado natural y permanente.
Humedad por condensación
Este tipo de humedad aparece por un exceso de vapor de agua en el aire interior, que se condensa al entrar en contacto con superficies frías (paredes, techos o ventanas).
Es más común en viviendas con
aislamiento térmico deficiente , cerramientos poco ventilados o elevado uso de calefacción sin renovación de aire.
Qué suele causar este tipo de humedad Hay varios factores que pueden generar este tipo de humedad, como por ejemplo la escasa o nula
ventilación natural . Tener duchas, cocinas o secadoras que generan vapor y no cuentan con sistema de ventilación también pueden causarla, así como puentes térmicos en fachadas o techos.
Otra posible causa es si tenemos una temperatura interior alta frente a un ambiente exterior frío. Esto puede agravarse en invierno, por ejemplo.
Cómo eliminarla Una manera sencilla de eliminar o reducir esta humedad es ventilar a diario , especialmente por la mañana y después de ducharse o cocinar. También es conveniente evitar secar ropa en interiores y mantener una
humedad relativa entre el 40% y el 60%.
Otras soluciones podrían ser instalar un
sistema de ventilación mecánica controlada (VMC) , usar deshumidificadores o aislar térmicamente los muros más fríos para reducir el efecto del cambio de temperatura.
Hay que tener en cuenta que la condensación suele ser responsable de la aparición de
moho negro (Stachybotrys chartarum) , un hongo que se ve en paredes y techos, que afecta la calidad del aire interior y puede generar
patologías respiratorias crónicas , por lo que su tratamiento debe ser inmediato.
Humedad por filtración Se produce cuando el agua del exterior penetra en el interior por
fisuras, grietas o fallos de impermeabilización en fachadas, cubiertas o sótanos.
Suele estar asociada a defectos de estanqueidad o envejecimiento de materiales. También puede deberse a
canalones obstruidos, juntas mal selladas… Dónde puede aparecer • En
muros de sótanos o paredes en contacto con el terreno.
• En
techos o cubiertas planas con problemas de estanqueidad.
• En
fachadas expuestas a la lluvia o zonas orientadas al norte.
Cómo ponerle solución El tratamiento consiste en localizar el punto de entrada del agua y aplicar un
sistema de impermeabilización exterior . En casos más graves, puede ser necesario rehacer los sellados o sustituir materiales dañados.
Es fundamental realizar un
diagnóstico profesional antes de intervenir, para evitar recurrencias o posibles daños estructurales graves.
Humedad accidental Este tipo de humedad tiene un origen puntual, como una
fuga de agua, rotura de tuberías o inundación . Aunque suele ser más fácil de identificar, los daños pueden ser importantes si no se actúa con rapidez. Requiere una intervención rápida para secar el área afectada y evitar daños colaterales o proliferación de moho.
En estos casos, se recomienda
secar completamente la zona , eliminar materiales dañados y reparar la instalación que causa la filtración. Haciendo esto se debería solucionar el problema.
Consecuencias de no tratar la humedad a tiempo La humedad no tratada puede provocar varios problemas, como
daños estructurales en muros y cimientos,
desprendimientos de pintura, malos olores,
moho persistente, degradación estética y pérdida de valor del inmueble.
Además, puede provocar
problemas respiratorios graves en las personas que viven en este ambiente durante períodos prolongados.
Otro problema añadido es que si esta humedad no se soluciona, a la larga también puede aumentar el consumo energético de la vivienda, ya que los muros húmedos reducen la eficiencia térmica hasta en un 40%.
Biodry: la solución definitiva frente a la humedad por capilaridad A diferencia de los tratamientos tradicionales,
Biodry elimina la causa real de la humedad ascendente , no solo sus efectos.
Estas son algunas de las
ventajas técnicas del sistema Biodry :
•
Elimina la causa, no los efectos: actúa directamente sobre el gradiente eléctrico, restableciendo el equilibrio eléctrico y deteniendo el flujo de agua.
•
Sin obras, sin químicos y sin mantenimiento: instalación rápida, limpia y no invasiva.
•
Secado progresivo y permanente: el muro se deshidrata de forma natural, devolviendo la humedad al subsuelo.
•
Compatibilidad universal: funciona en muros de ladrillo, piedra, tapial o mampostería, incluso en edificaciones históricas.
•
Durabilidad y sostenibilidad: dispositivo pasivo, sin consumo energético, con una vida útil superior a los 100 años.
•
Garantía de resultado: control del secado con mediciones periódicas según la norma
UNI 11085:2003 .
Una vez instalado, el ambiente interior se mantiene seco, saludable y libre de humedades por capilaridad
para siempre , sin que debas preocuparte nunca más por este problema.
Si quieres acabar para siempre con las humedades, confía en Biodry.