¿Sientes congestión, estornudos o tos cada vez que estás en casa? Posiblemente pienses que eres "alérgico a la humedad", pero aquí viene el dato importante:
no existe la alergia a la humedad como tal .
Lo que sientes es alergia a los
hongos, mohos y ácaros que proliferan en entornos húmedos. Se trata de una reacción a las
esporas de moho y ácaros de la humedad, que se multiplican cuando las paredes o el aire contienen exceso de agua.
En este artículo Biodry te explicara qué provoca realmente la alergia "a la humedad", los síntomas más frecuentes, los tipos de humedad que alimentan hongos y ácaros y, sobre todo,
cómo eliminarla desde la raíz gracias a soluciones tecnológicas como Biodry , que actúan directamente sobre la causa.
¿Qué es la "alergia a la humedad" y qué la provoca? La llamada alergia a la humedad no es una reacción al agua o al clima húmedo en sí, sino a los microorganismos que se desarrollan en ambientes con exceso de humedad.
En especial, los hongos, mohos y ácaros de la humedad son los
principales responsables de provocar síntomas respiratorios, cutáneos y oculares en muchas personas.
Cuando los niveles de
humedad relativa superan el 60 % , estos organismos encuentran las condiciones perfectas para crecer.
Por eso, más que un problema puntual, la humedad en casa puede convertirse en un
desencadenante silencioso de síntomas respiratorios , cutáneos y oculares que afectan al bienestar diario.
Moho y esporas Los hongos de la humedad como Aspergillus, Cladosporium o Alternaria crecen con facilidad en:
• Paredes con manchas de humedad
• Zonas con salitre
• Techos de baños o cocinas
• Muebles deteriorados
• Juntas de ventanas
• Habitaciones mal ventiladas
Las esporas que liberan se mantienen en suspensión y se inhalan sin darnos cuenta, generando congestión, picor, tos o incluso crisis asmáticas.
Un dato contundente: los hogares con humedad estructural presentan hasta un
50 % más de carga fúngica que las viviendas secas.
Esta alergia a hongos de la humedad es más frecuente en lugares cerrados, poco ventilados o con presencia de humedades por
capilaridad o condensación .
Ácaros de la humedad Los ácaros de la humedad son microorganismos que viven en colchones, alfombras, peluches o sofás. Les basta con tener humedad relativa alta y temperaturas templadas para proliferar en estos lugares.
Estos microorganismos se alimentan de piel muerta y
liberan sustancias que provocan rinitis alérgica, tos persistente y sensación de carga respiratoria.
Evitar la acumulación de humedad ambiental es clave para reducir la población de ácaros de la humedad.
La humedad elevada en interiores puede agravar la rinitis y la irritación de las vías respiratorias. Lo más habitual es notar
congestión y goteo nasal, estornudos con picor de garganta, ojos irritados o llorosos y tos seca (a veces con sibilancias).
En personas sensibles, estos cuadros pueden
desencadenar o empeorar el asma .
La alergia a la humedad en la piel No solo se resiente la respiración: la piel también puede reaccionar cuando hay
exposición continuada a ambientes húmedos y a alérgenos como
ácaros del polvo o esporas de moho .
Lo más frecuente es notar enrojecimiento, picor, sequedad, eccemas o brotes de dermatitis en zonas de roce o pliegues (cuello, codos, detrás de las rodillas), y en ocasiones empeoramiento de dermatitis atópica preexistente.
Estos problemas aparecen por la exposición prolongada a alérgenos como moho y ácaros, ya que la humedad puede alterar la barrera natural de la piel.
Qué hacer para aliviar y prevenir: • Controla la
humedad relativa entre 45–60 % y ventila a diario ; en estancias problemáticas, usa extractor o deshumidificador.
• Reduce alérgenos:
lava ropa de cama a ≥60 °C, aspira con filtro HEPA y evita alfombras o textiles que acumulen polvo.
• En la piel, prioriza
limpiezas suaves, emolientes tras la ducha y evita
productos oclusivos que atrapen la humedad en pliegues.
• Si hay
lesiones persistentes, exudativas o muy pruriginosas , consulta con dermatología para valorar tratamiento tópico (p. ej., corticoides, antihistamínicos, inmunoterapia en casos persistentes…) y descartar infecciones asociadas.
Tipos de humedad del hogar que favorecen moho y ácaros La humedad en el hogar puede tener distintos orígenes. Como existen diferentes tipos de humedad, es fundamental identificar cuál es para encontrar la
solución adecuada y no limitarse solo a aliviar los síntomas.
La
humedad por capilaridad aparece cuando el agua del terreno
asciende por los muros y paredes. Provoca manchas, salitre y olor a humedad. Estas superficies húmedas se convierten en un
terreno ideal para el moho y los hongos alérgenos.
La humedad por condensación se produce cuando el vapor de agua del aire entra en contacto con paredes frías (típico en baños, cocinas o dormitorios mal ventilados). Esto favorece la aparición de moho negro en juntas, techos y ventanas, además de un ambiente más cargado.
Las filtraciones desde fachadas, cubiertas o tuberías generan focos invisibles de hongos y ácaros de la humedad, especialmente en sótanos o paredes exteriores. Reparar la fuente de humedad y mejorar la ventilación es esencial para evitar que reaparezca.
Cómo tratar y prevenir la alergia a los hongos de la humedad La prevención y el tratamiento deben actuar en dos niveles: aliviar los síntomas y eliminar el origen.
1. Controlar los síntomas alérgicos: los médicos suelen recomendar antihistamínicos para reducir la reacción alérgica, corticoides nasales en casos de congestión intensa e inmunoterapia cuando la alergia a hongos de la humedad es persistente.
2. Medidas prácticas en casa: En casa mantén la humedad ambiental entre el 40 % y el 55 %, ventila cada día (especialmente baños y cocinas) y evita alfombras o textiles que acumulen polvo.
Limpia las zonas con moho con productos específicos (agua oxigenada o vinagre blanco). También, el uso de deshumidificadores es recomendable si la ventilación no es suficiente.
Aunque estas medidas ayudan, son solo parches temporales si la humedad viene del interior de los muros: mientras la humedad siga presente en los muros, los hongos y ácaros siempre volverán.
3. Solucionar la causa y eliminar la humedad de raíz: Ningún tratamiento médico será eficaz si la humedad sigue presente. Las soluciones tecnológicas como Biodry permiten eliminar la humedad por capilaridad sin obras, mediante un sistema que invierte el flujo del agua en los muros.
Si eliminas la causa de la humedad, evitarás que el moho prolifere en las paredes y mejorarás notablemente la calidad del aire interior, reduciendo los síntomas alérgicos a largo plazo.
Soluciona la alergia a la humedad para siempre La alergia "a la humedad" no se resuelve solo con deshumidificadores o ventilación: si el origen es humedad estructural (filtraciones o, muy a menudo, capilaridad que asciende desde el terreno), los alérgenos asociados seguirán reapareciendo.
La mejora real llega cuando eliminamos la fuente de humedad.
Biodry es el mejor sistema para quitar humedades por capilaridad, ya que elimina la humedad por capilaridad sin obras, sin químicos y sin mantenimiento. Funciona mediante una tecnología que invierte el flujo del agua en los muros, haciendo que deje de ascender desde el terreno.
Confiando en Biodry, obtienes los siguientes beneficios directos:
• Secado real desde la base del muro: al detener el ascenso capilar, la zona baja de las paredes se seca de forma progresiva y estable, sin repintes constantes ni parches superficiales.
• Menos moho y ácaros: al desaparecer la humedad estructural, se elimina el caldo de cultivo de hongos y ácaros, lo que reduce los desencadenantes de síntomas alérgicos.
• Calidad del aire interior más saludable: menos esporas y olores a humedad; el ambiente se estabiliza y resulta más confortable para personas sensibles.
Ten en cuenta que un hogar más saludable empieza por paredes secas.
Puedes seguir usando ventilación o un deshumidificador puntual, pero la estabilidad real llega cuando atacas la causa estructural.
Si quieres dejar atrás las alergias por moho y humedad y recuperar un aire limpio en casa, Biodry es la solución más eficaz y duradera