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La empresa de construcción e ingeniería Detea ha decidido destinar el dinero que hasta ahora dedicaba a los regalos de navidad para clientes, colaboradores y empleados a colaborar con los proyectos educativos de la ONG Global Humanitaria en Perú, mediante la rehabilitación y mejora de infraestructuras educativas en la comunidad de Jallihuaya, en el municipio peruano de Puno.

El proyecto incluye la rehabilitación de las 6 aulas y construcción de los servicios higiénicos del centro así como la reconstrucción de una pista polideportiva en deterioro. Las obras, que cuentan con el conocimiento y aprobación de las autoridades educativas, tendrán una duración prevista de 7 meses y contarán con el apoyo de los padres de los alumnos, que aportarán su trabajo como mano de obra voluntaria para realizar las obras.

Según Arturo Coloma, consejero delegado de Detea, "pensamos que la mejor forma de ayudar al desarrollo de sectores o zonas desfavorecidas es a través de la generación de proyectos educativos integrales, que van desde la formación infantil hasta el desarrollo profesional de las personas, y así conseguir una mejor integración en el mercado laboral y generar riqueza en las comunidades desfavorecidas". "Hemos pensado en Detea que no hay mejor regalo para nuestros clientes, colaboradores y personal que hacerles partícipe de este proyecto, en el que podrán ayudar a tantos niños que necesitan esta ayuda".

Incentivar la escolarización en comunidades rurales

Un total de 121 niños y niñas estudian educación primaria en la única escuela de Jallihuaya. Los 5.000 habitantes de esta comunidad viven de la agricultura y de la prestación de servicios para la cercana ciudad de Puno.

La escuela de Jallihuaya presenta un notable grado de deterioro ya que algunas de sus aulas están construidas en adobe y sin planificación técnica. La mayoría de las instalaciones no están bien resguardadas y los servicios higiénicos carecen de garantías sanitarias, con lo que se favorece la proliferación de enfermedades respiratorias e infecciones entre los alumnos.

La falta de condiciones materiales de las escuelas es uno de los factores que perjudica a la calidad de la enseñanza en Perú, junto con el escaso material didáctico, el coste del material escolar y la falta de actualización pedagógica de los docentes.

Más allá del impacto directo sobre la educación, Paola Cisternas, responsable de proyectos Perú, considera que este proyecto contribuye a "otorgar condiciones a nivel local para la inserción local de los niños". "Las escuelas -explica- son sentidas como parte de la comunidad, y a menudo son el núcleo que convoca y estructura una comunidad, de modo que sus habitantes ven la mejora de la escuela como una oportunidad colectiva, como un voto de confianza en la comunidad misma".

Noelia Pérez, responsable del Área de Empresas de Global Humanitaria, destaca de esta colaboración "la voluntad de Detea de documentarse al máximo sobre el proyecto y sus objetivos, para poder explicar a sus trabajadores cómo y por qué se realiza esta colaboración". También valora la voluntad de la empresa "de mantenerse informada y solicitar informes periódicos para poder mantener vinculados a sus empleados".

Global Humanitaria es una organización laica y plural que lleva a cabo proyectos de Desarrollo Sostenible y Acción Humanitaria en América Latina, Asia y África con el objetivo de garantizar los derechos de la población infantil y favorecer el desarrollo integral de las comunidades. En Perú, y desde 2001, lleva a cabo proyectos de promoción del desarrollo que actualmente alcanzan a cerca de 60.000 personas.

Por su parte, Detea apuesta por ser empresa líder del sector de la construcción ofreciendo un servicio integral que aúna calidad, diseño, investigación y tecnología de última generación. Asimismo, Detea toma partido en los esfuerzos por lograr un desarrollo sostenible, poniendo en práctica uno de sus valores diferenciales, el vinculado al uso de la tecnología más avanzada y la inversión en innovación. Detea incorpora a sus proyectos soluciones para la obtención de espacios laborales adaptados a los usuarios finales, bajo criterios de eficiencia energética y sostenibilidad, que sean estéticos y funcionales desde el punto de vista humano sin que ello menoscabe el uso industrial de los mismos.

En 2002 se constituye la Fundación Detea con el objetivo de apoyar la integración social de colectivos con dificultades de adaptación, de conceder ayudas a través de programas de apoyo a sectores dependientes, del patrocinio y apoyo a programas culturales y medioambientales de crecimiento sostenido y energías renovables, entre otras.