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El aumento del número de los terrenos de césped artificial en España, donde existen alrededor de 2.000 campos de fútbol con esta superficie, ha hecho que se produzca una importante demanda de quienes se interesan por conocer más sobre su instalación, mantenimiento y juego. De esta forma, se ha hecho necesaria la formación de los profesionales deportivos que conviven con este tipo de instalaciones, principalmente de los gestores deportivos -pieza clave del entramado deportivo-, pero también de los jefes y operarios de mantenimiento o de aquellas personas que participan en la planificación y construcción de estos terrenos de juego.

En relación a los primeros, el cambio no ha resultado difícil de encajar teniendo en cuenta que la formación continua es una cualidad inherente de los gestores deportivos. En paralelo a la proliferación de la hierba sintética en el ámbito deportivo, estos profesionales se han ido instruyendo en los rasgos y características distintivas del césped artificial. Y como prueba de ello basta con dar un repaso a la oferta de cursos, jornadas y actividades formativas sobre este pavimento, que en los últimos años no ha parado de engordar gracias al impulso que se ha dado desde el ámbito universitario y desde las empresas del sector.

Un cambio en positivo

Para los gestores deportivos el objetivo de estas acciones formativas siempre es lo mismo: sacar el máximo partido a este pavimento de contrastadas ventajas para mejorar la planificación y eficiencia de su trabajo. Para ello, se han introducido en el conocimiento de las superficies deportivas de césped artificial, tanto desde el punto de vista de los elementos constructivos que los componen como de las características que deben presentar para ser utilizados en la práctica deportiva, prestando especial atención al tema del mantenimiento. Y es que estos profesionales saben que conocer en profundidad esta parcela es el mejor secreto para que una instalación conserve sus cualidades durante el máximo tiempo.

Tras años de adaptación al enorme cambio experimentado por las superficies deportivas, se puede afirmar que el césped artificial se ha convertido en un gran aliado de los gestores deportivos para el desarrollo de su actividad. La opinión de estos profesionales es muy positiva. Luis Nieto Orihuela, presidente el Círculo de Gestores Deportivos de Madrid -que cuenta con 160 socios- no duda en señalar que "apostar por este tipo de pavimento, independientemente del aspecto visual, ofrecía y ofrece ventajas evidentes y fundamentales". Como principales beneficios apunta a las facilidades que, en relación a otras superficies, ofrece en materia de mantenimiento. Según explica, con el artificial se acabó por ejemplo "el continuo rastrillado y marcado del campo de fútbol". Por otra parte, considera que la hierba sintética aporta a las instalaciones deportivas "mayores posibilidades de utilización en cualquier condición climatológica".

Nieto todavía recuerda las reticencias que en su día despertaban en el deporte las superficies sintéticas. "Recibíamos críticas, precisamente por la gente del fútbol, cuando nos decidimos a colocar, por los años 80, este tipo de pavimento en los campos de fútbol". Pero los gestores deportivos eran conscientes de que aquellos primeros revestimientos tenían un futuro por desarrollar y el tiempo le dio la razón, como así lo demuestra el hecho de que el actual césped artificial cada vez esté "mas cerca" de imitar al natural. "Se está investigando mucho", añade. Pero la cosa no queda ahí, Nieto vislumbra un gran porvenir a esta superficie tanto en el mundo del deporte como en otros aspectos. "Todavía tiene mucho campo donde trabajar", concluye el presidente de esta asociación.

Un plus de calidad

Otro de los grandes colectivos de este sector profesional es la Asociación Catalana de Gestores Deportivos Profesionales, que aglutina a unos 200 socios. Su presidente, Joan Celma, quien confirma que en este gremio "existe un interés creciente" por este tipo de pavimentos deportivos ya que, añade, "sus características técnicas lo hacen muy interesante desde el punto de vista de calidad, la inversión y el rendimiento". En su opinión, desde su introducción en el mundo del deporte, este producto ha experimentado una "constante evolución" que ha contribuido "a mejorar la calidad de los espacios de práctica deportiva".

Según Joan Celma, este tipo de pavimentos aportan "un plus de calidad" a las instalaciones deportivas que los emplean. Y desde la perspectiva del riesgo de lesiones para los jugadores, afirma no tener "ninguna duda" sobre su seguridad. "Creo que actualmente la evolución de los materiales lo hacen, por lo menos, igual que seguro que cualquier otra superficie deportiva". Sobre cuál será la evolución del producto en el futuro, el presidente de los gestores catalanes percibe que el sector del césped artificial "es un sector en expansión" y cree que en los próximos años "debido a la gran demanda existente todavía va a seguir creciendo".

Marca la diferencia

En parecidos términos se expresa Sabino Maestro Campillos, presidente de la Asociación Canaria de Gestores Deportivos, que agrupa a cerca de 200 profesionales. "Creo que el césped artificial ha significado un aumento significativo de calidad del servicio de una instalación deportiva, especialmente a partir del desarrollo de la tercera generación", afirma. En su opinión, la sensación de confort que experimenta el usuario "es con crecer superior a la práctica en los antiguos campos de tierra". Por otro lado, con respecto al césped natural, el aumento de horas disponibles de práctica, la reducción de los costes de inversión y de mantenimiento -incluyendo el ahorro de agua- así como la resistencia a las inclemencias meteorológicas, hacen de la hierba artificial "una superficie idónea para el desarrollo del deporte de base, de aficionado, escolar e incluso de élite". "Es de los cambios en materia de infraestructura deportiva que más ha influido en la promoción deportiva en general y del fútbol en particular", remarca.

Maestro destaca que la labor del gestor deportivo se ha visto muy influenciada por la llegada del césped artificial, por ejemplo, en "la forma de programación de los usos de las instalaciones y en un aumento de la demanda de práctica tanto a nivel federado como aficionado". Pero también en otros aspectos como la promoción del asociacionismo deportivo y la planificación del trabajo preventivo de mantenimiento, que ha derivado en la contratación de empresas especialistas para realizarlo y en la formación de los técnicos-operarios. La repercusión ha afectado de igual forma a las normas de uso de las instalaciones, que han tenido que ser adaptadas.

Para los gestores de clubes, fundamentalmente de fútbol, "ha significado un cambio total en la preparación de futbolistas que con una superficie mucho más rápida que los antiguos campos de tierra y que además permite un mayor desarrollo de habilidades técnicas". En definitiva, el presidente de ACAGEDE está convencido de que el césped artificial ha elevado "los niveles de exigencia en todos los sentidos", desde la gestión de las entidades y al preparación de los entrenadores hasta la distribución de los horarios de entrenamiento. Incluso para los clubs la apuesta por esta superficie se ha convertido en un elemento distinto, ya que les ha diferenciado del resto-pudiendo contar con mejores jugadores"- y han logrado reducir gastos en diversas partidas, como por ejemplo de la lavandería.

Fuente: Notigras