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Aiguasol, empresa puntera dedicada a la ingeniería y consultoría energética, que ofrece soluciones innovadoras que permitan reducir el impacto asociado al consumo de energía, potencia su área de negocio para la mejora del comportamiento energético de los edificios, donde cree puede aportar su amplia experiencia y conocimiento.

Para Jordi Pascual, gerente de Aiguasol, "actualmente en España se dispone de la información y de la tecnología suficiente para provocar una mejora radical en el comportamiento energético de los edificios, y sin embargo el sector de la edificación sigue sin alcanzar su potencial de mejora energética".

El marco normativo en el sector edificación es, más que nunca, favorable a la eficiencia energética y la integración de energías renovables. La trasposición de la Directiva 2002/91/CE relativa a la eficiencia energética de los edificios supuso, por un lado, la aprobación del Código Técnico de la Edificación, estableciendo mayores niveles de exigencia en términos de ahorro de energía (DB - HE), y, por otro lado, la aprobación del Real Decreto 47/2007, por el que se aprobó el procedimiento básico para la certificación de eficiencia energética de edificios de nueva construcción, que promueve la mejora energética del sector obligando a informar acerca del comportamiento energético de los edificios a través de la "etiqueta energética" (de forma análoga a los electrodomésticos). En el ámbito autonómico y local, existe también normativa al respecto con objetivo de promover la construcción de edificios de menor consumo y con aporte de energías renovables.

"Sin embargo -continúa Pascual- en muchos casos es difícil actuar en el proyecto de los edificios, si algunos aspectos no se han considerado previamente en las distintas fases de planeamiento en el proceso de ordenación de suelo. Aunque las intervenciones en estas fases previas tienen una mayor repercusión sobre el resultado final, tanto en términos de consumo de energía primaria (y niveles de emisiones asociados) como en términos económicos, la introducción de la energía como elemento transversal a tener en cuenta desde las fases iniciales de planeamiento urbano es, todavía hoy, una asignatura pendiente".

El ejercicio de actividades de planeamiento urbano requiere, por su naturaleza, de la conjunción de diversas disciplinas, y a menudo los conocimientos requeridos para la incorporación de criterios de eficiencia energética e integración de sistemas energéticos eficientes escapan a los de los equipos proyectistas necesariamente más generalistas. En estos casos, la integración en el equipo de una figura que disponga de las herramientas, los conocimientos específicos y la experiencia será necesaria.

En este sentido, Aiguasol lleva años integrándose en equipos multidisciplinares, desde las fases iniciales de planeamiento, con el fin de reducir los consumos energéticos a una escala más allá de un edificio particular. "Aiguasol -afirma Jordi Pascual- se convierte de esta forma en una herramienta para tomar decisiones en distintos ámbitos del planeamiento, donde se puede incidir en el futuro comportamiento energético de los edificios: en el establecimiento de objetivos, en las normativas específicas, así como en la ordenación física del territorio. Por ello, ahora queremos potenciar nuestra figura dentro de este mercado".

"En el apartado de elementos «pasivos» -añade-, se puede intervenir en fases iniciales con el objetivo de reducir las demandas energéticas. En una fase previa, se pueden trabajar aspectos como la orientación de los edificios, el entramado, la altura de los edificios, la distribución de usos o aspectos de forma. Posteriormente, previo análisis de las tipologías de edificios que recoge el plan urbanístico se determina el escenario de demandas energéticas que permitirá definir y analizar el efecto de distintas propuestas de mejora como el control de la ventilación natural, elementos de protección solar, mejorar el coeficiente de transmitancia térmica, mejora del factor solar modificado, u otras medidas que pueden exigirse mediante normativa específica o promocionar a través de guías de buenas prácticas para los equipos proyectistas.
En relación a los elementos «activos», una vez optimizadas las demandas energéticas a nivel de barrio, se analizan perfil y forma de la demanda para estudiar distintas opciones de producción y distribución energética que mejor encajen con el escenario. En este sentido, se puede intervenir incorporando sistemas de producción centralizados para satisfacer las demandas energéticas más allá de la escala de un edificio. Para ello, es necesario determinar mapas de intensidad de demanda, plantear agrupaciones de demanda, proceder al diseño optimizado de la red o redes distribución y plantear distintas opciones tecnológicas".

Además, el gerente de Aiguasol cree que "el trabajo realizado para la reducción de las demandas energéticas así como el planteamiento de un sistema de producción eficiente se vincula a la certificación energética de edificios, para inclinar el resultado final global a una cierta letra en la escala de calificación energética".

Finaliza Jordi Pascual destacando que "el urbanismo, al buscar el interés general, debe armonizar intereses públicos y privados de muy diversa índole y es bueno que deje un marco amplio de intervención de los particulares, y no condicionar hasta el detalle la edificación. Por tanto, es interesante establecer un marco que estimule los intereses particulares a conseguir mejoras en términos de consumo de energía, dejando un margen de libertad. Aiguasol dispone de los conocimientos, las herramientas y la experiencia para poder valorar cuantitativamente este tipo de actuaciones, tanto en términos de inversión económica, como de ahorro de energía e impacto medioambiental".