Novedad

La luz, cuando se concibe como el núcleo en la creación de espacios, viaja y llena el vacío inundando las estancias, haciéndonos percibir el espacio y todo cuanto nos rodea de una forma muy especial.

La luz tiene el poder de crear sensaciones, de jugar con las sombras, de reforzar el aspecto creativo y emocional de cada estancia, de enmarcar cada detalle, evocando sensaciones en los usuarios. Directa e indirectamente, la luz nos influye, hace que nuestro subconsciente enfoque la atención en aquello que ilumina y nos hace apreciar la perfección de cada detalle.

La luz no solo ilumina la arquitectura y el diseño de los espacios, en los últimos años la funcionalidad de la iluminación nos ha permitido jugar con su temperatura, gracias a la tecnología Led podemos adaptar la iluminación, entre el blanco neutro y el blanco cálido, dependiendo de nuestras necesidades específicas en cada área funcional.

Mientras que el blanco frío aporta un enfoque más moderno y ayuda a nuestra visión en los espacios en los que se desempeñan actividades prácticas; el blanco cálido proporciona un ambiente tenue y acogedor, perfecto para las áreas de relajación, ya que es la iluminación más suave para nuestros ojos. El blanco neutro es, por su matiz nítido, perfecto para proporcionar una sensación de limpieza y frescura.

Teniendo claras las ventajas de cada tipo de iluminación, queremos proponeros redescubrir las soluciones de iluminación del vidrio de Ledglass, apostando por una iluminación monocolor, que, en yuxtaposición con la elegancia adyacente en el vidrio, resalta la belleza de lo sutil.

Hoy queremos inspirarte y darte herramientas para redefinir el diseño, de volver a conquistar y sorprender con cada elemento, de seguir jugando con este ingrediente lumínico bajo un nuevo prisma cargado de pureza en su cromatismo.