El aislamiento térmico es la piedra angular de la
edificación sostenible . Su empleo de forma óptima garantiza el equilibrio entre los beneficios sociales, económicos y medioambientales minimizando los diversos costes durante la vida útil de los edificios.
La
espuma de poliuretano es uno de los productos aislantes más empleados en construcción. Las razones principales son su versatilidad y sus prestaciones. La proyección "in situ" es una de las más utilizadas, destacando entre los aislantes térmicos por su elevada capacidad aislante y su durabilidad en el tiempo.
Ámbito de aplicación En el caso de los edificios de nueva construcción las opciones se multiplican pero, cuando llega el momento de rehabilitar un edificio térmicamente, las posibilidades se reducen y las características constructivas establecen los límites, pasando a un primer plano el análisis de viabilidad de las intervenciones.
Las tipologías edificatorias que más pueden aprovechar estas técnicas son aquellas cuyo
cerramiento en fachada tenga una gran superficie opaca , o dicho de otro modo, con poca superficie acristalada; o aquellas cuyo
cerramiento en cubierta sea accesible y con pocas heterogeneidades que permitan la intervención en buena parte de la superficie.
La altura del edificio no es una limitación, no obstante, la intervención en cubierta sólo suele afectar a las dos o tres plantas que se encuentran bajo la misma. Concentrando las intervenciones en cubiertas y fachadas, y siempre en función de la tipología constructiva nos encontramos con dos grandes grupos de intervenciones:
- Las que se realizan desde el interior, que suelen producir molestias en los usuarios del edificio y en algún caso reducen el espacio útil.
- Las que se realizan desde el exterior, que necesitan la utilización de medios auxiliares (como andamios) encareciendo la intervención.
Tipologías constructivas A continuación se recogen brevemente aspectos característicos de las diferentes soluciones constructivas de rehabilitación de fachadas y cubiertas.
Aislamiento de fachadas Se realiza en muros de una hoja o con cámara de aire no accesible y con posibilidad de renovar estéticamente la fachada. Una vez colocado el aislamiento al muro soporte las diferencias técnicas y económicas de los sistemas se hallan en el tipo de revestimiento.
Aislamiento de fachadas por el interior Se realiza en muros de una hoja o con cámara de aire no accesible y manteniendo la estética exterior de la fachada. El factor determinante es la cantidad de espacio disponible, lo cual limita el espesor del aislamiento que se adopte.
Aislamiento de cubiertas inclinadas o tejados Depende de la necesidad de renovar total o parcialmente el revestimiento impermeable del tejado (teja, pizarra, etc.). La suma de una capa de producto aislante no disminuye la solicitación mecánica de la cubierta, sino que en la mayoría de los casos la mejora, como en la proyección de espuma rígida de poliuretano sobre ripias u otros soportes ligeros que además en el caso de estar deteriorados los rehabilitados.
Aislamiento de cubiertas planas o azoteas Estas construcciones, por su tipo de impermeabilización requieren de una intervención periódica para garantizar sus prestaciones de resistencia al paso del agua (las cuales se ven reducidas con el paso del tiempo). Es una buena ocasión para incorporar aislamiento o aumentar su nivel en estas cubiertas.
VIDEO