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El Palacio de Cibeles se ha abierto al público convertido en un gigantesco centro cultural. El proyecto de rehabilitación, dirigido por Francisco Rodríguez Partearroyo, David Márquez Latorre, Ángel Martínez Díaz, y Francisco Martínez Díez (Arquimática), ha transformado el edificio original, diseñado en 1904 por los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, en un espacio contemporáneo de grandes dimensiones, en el que se ha combinado el respeto a los valores originales de la obra con la adecuación a los nuevos usos y necesidades del edificio.

La "caja de música"

El Patio de Operaciones sigue siendo el alma representativa y funcional del Palacio. En este sector, se han realizado numerosas intervenciones, entre las que destaca la recuperación del suelo de cristal original y que había quedado oculto por el mármol. Desde ahí llega la luz hasta el sótano, donde se encuentra el nuevo auditorio, una "caja de música" con techo y paredes de madera de formas poliédricas, con la finalidad de mejorar la acústica. El aforo es de 270 personas.

El auditorio ha sido equipado con la butaca Cibeles, una evolución del modelo Flex 6036 de Figueras. Esta butaca está tapizada en piel, el respaldo en madera de wengué, de gran confortabilidad, cuyo asiento es de retorno automático, contribuyendo a una mayor seguridad en el local en caso de evacuación.

Como especialistas en la rentabilidad y optimización del espacio a través de sistemas de asientos basados en la ingeniería, la innovación y el diseño Figueras ha equipado numerosos auditorios en todo el territorio nacional, como el Centro Cultural L'Atlántida de Vic (Barcelona), el Centro Cultural Conde Duque de Madrid, el Teatro Caja Duero de Salamanca, así como a nivel internacional, el DR Byen, Danish Concert Hall, de Copenhagen, y el The Sage Gateshead en Newcastle (Reino Unido).