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    29 May '19

    SATE sistema de aislamiento térmico por el exterior ¿Por qué aislar térmicamente nuestras viviendas?

    Se prevé que en los próximos años habrá una gran expansión de los sistemas de aislamiento térmico de la envolvente de los edificios; el sistema SATE ocupara un lugar destacado en este escenario

    El consumo energético de los edificios supone una parte considerable del total de energía consumida o "factura energética", por ello, los estados han ido aprobando normativas tendentes a reducirlo.

    Hay que tener presente que en España cerca del 80% de los 20,8 millones de viviendas fueron construidos antes de los años 80 y presentan grandes deficiencias de aislamiento lo que se traduce en no cumplir con los requisitos necesarios de habitabilidad o confort térmico.

    Ante la necesidad de establecer reglas y procedimientos que permitan cumplir las exigencias básicas de ahorro de energía, además de otros requerimientos de la LOE, Ley de Ordenación de la Edificación, se aprobó en 2006 el CTE, y con él el DB HE1 (documento básico, ahorro energético).

    En su sección 1, referente a la Limitación de demanda energética, establece que los edificios dispondrán de una "envolvente térmica" que limitará adecuadamente la demanda energética necesaria para alcanzar el bienestar térmico, en función del clima de la localidad, del uso del edificio y del régimen estacional, verano o invierno.

    Su ámbito de aplicación se extiende a los edificios de nueva construcción y también a las reformas o rehabilitaciones de edificios existentes, con una superficie útil superior a 1.000 m2 en los que se renueve más del 25% de sus cerramientos.

    El R.D. 47/2007 sobre el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de edificios de nueva construcción establece:

    La obligación de poner a disposición de los compradores o usuarios de los edificios un certificado de eficiencia energética que permita evaluar y comparar las prestaciones energéticas y los valores de emisión de CO2 de los edificios, aportando a los usuarios nuevos criterios para la compra; esta obligación se materializa en una etiqueta energética análoga a la utilizada en otros bienes de consumo como electrodomésticos o lámparas.

    Se prevé que en los próximos años habrá una gran expansión de los sistemas de aislamiento térmico de la envolvente de los edificios; el sistema SATE ocupara un lugar destacado en este escenario ya que posee unas características particularmente beneficiosas que le colocan en un lugar preferente a la hora de decidir qué solución adoptar.

    El SATE al colocarse por la exterior mejora considerablemente la inercia térmica de los cerramientos, estabilizando las temperaturas interiores y evitando oscilaciones térmicas dentro de la vivienda proporcionando un gran confort térmico y una temperatura uniforme en toda la vivienda.

    El calor, además de atravesar las fachadas, es absorbido en parte por ellas provocando un efecto de acumulación en el cerramiento, el calor que se acumula en el cerramiento tanto por la calefacción como por el sol es devuelto al interior en las horas más frías.

    En invierno la acumulación de calor se debe esencialmente a la calefacción y en menor medida al sol, sin embargo, en verano esta acumulación de calor en el cerramiento es debida a la radiación solar y será necesario el uso de sistemas de refrigeración.

    En las fachadas, el muro que es el elemento que tienen más masa, es el que acumula más calor, por ello, para poder conseguir el confort interno deseado, en invierno deberemos evitar que pierda demasiado rápidamente el calor que le suministra la calefacción y en verano trataremos de reducir en él la acumulación de calor; esto es más fácil de conseguir con un sistema de aislamiento continuo por el exterior.

    Cabe destacar que, al emprender una obra de rehabilitación de un edificio habitado, los trabajos de ejecución no perturban en exceso a los propietarios ya que al colocarse por el exterior podrán seguir viviendo.

    Por otro lado es destacable sobre todo hoy en día que la aplicación de un SATE no reduce la superficie habitable de las viviendas ya que se colocan por el exterior, cualidad que es muy valorada ya que los metros disponibles en las viviendas cada vez son más ajustados.

    El SATE contribuye a disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, principalmente de CO2, por lo que nos ayuda a proteger el medio ambiente.

    Al dotar al edificio de una mayor inercia térmica reducimos entre un 20% y un 70% la necesidad de calefacción y refrigeración, esto supone en términos de sostenibilidad una importante aportación en la disminución de las emisiones de gases contaminantes.

    España está comprometida, a través de varios tratados, en la disminución de gases de efecto invernadero, la protección de reservas medioambientales y el desarrollo sostenible del planeta.
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