La llegada de la estación fría conlleva al cambio de hábitos y esto también se ve reflejado en nuestro hogar. Pasamos más tiempo en su interior, donde cambiamos el aire acondicionado por la calefacción, sacamos la ropa de casa de abrigo y las ventanas pasan a estar más tiempo cerradas. Llega la época perfecta para poner la mirada sobre los suelos.
Tarkett , líder innovador de soluciones para suelos profesionales y residenciales, nos da algunas claves para cuidarlos en este cambio de temporada. Estas son las claves, según los expertos, para que no se resientan y se mantengan en condiciones óptimas con la llegada del frío.
Madera La madera es un material increíblemente duradero y ofrece una gran estabilidad útil a lo largo de su vida, pero también conlleva un importante cuidado para un correcto mantenimiento. Para ello, es importante limpiar las manchas tan pronto se produzcan para evitar que se sequen y fijen a la madera. Además, es recomendable usar productos específicos y no agresivos, evitando los vinagres y algunos jabones, ya que, al contrario de lo que se suele pensar, pueden ser dañinos a la capa protectora de la madera, por lo que lo más aconsejable es utilizar un limpiador de suelos de madera específico, además del uso de mopas de microfibra para mantener su brillo. En el caso que el mantenimiento no haya sido tan bueno como deseábamos, un lijado y un segundo barnizado de nuestro suelo de madera lo ayudará a volver a estar en un estado óptimo.
Laminado Los suelos laminados son una alternativa muy común a la madera, ya que cuentan con larga durabilidad y requieren un mantenimiento muy bajo. Para mantenerlos en un estado óptimo,
Tarkett recomienda limpiar los derrames a medida que ocurran, ya que los líquidos en reposo pueden causar manchas y daños más graves, como el hinchamiento de las tablas. También, se recomienda limpiar las manchas frotando con un paño seco humedecido con un limpiador suave, y no rociar nunca los productos de limpieza directamente sobre el suelo. En el caso de las marcas de goma, plástico o tacones, bastará con un paño seco y acetona. Con otro tipo de manchas, como las de betún o pintura, también la acetona o disolvente en un paño empapado serán nuestros aliados.
Vinílico El suelo de vinilo requiere una rutina muy sencilla. Una mopa húmeda o la aspiradora son suficientes para limpiar el suelo a diario. En el caso de las marcas o manchas más difíciles, un trapo de nailon o detergente neutro, y enjuague con agua será suficiente para mantenerlo perfecto. En el caso de algunas manchas más difíciles, como las de aceite, vinagre o limón deben eliminarse de inmediato, ya que pueden causar decoloración en la superficie del suelo, por lo que será suficiente con una mezcla de agua tibia y un detergente neutro para quitar estas manchas. Otras, más complicadas, como las de tinta o tomate, se pueden quitar poniendo alcohol muy diluido directamente sobre la mancha durante unos minutos sin frotar y luego enjuagar con agua. En cambio, desde
Tarkett nos recuerdan que las manchas de rotuladores y bolígrafos se limpian fácilmente frotando con un poco de aguarrás en un paño y enjuagando bien con agua.
Protege los suelos de tu propio uso Sea cual sea tu tipo de suelo, lo primordial en todos los casos es protegerlos de nuestro uso, por ello es recomendable utilizar almohadillas para muebles, para minimizar los arañazos, así como tapetes protectores para prevenir el daño con el roce de los elementos con ruedas. El uso de felpudos evitará que entre demasiada suciedad. Estos tips, unido a un tratamiento y limpieza con los productos adecuados, harán que nuestro suelo se mantenga en un estado óptimo y que dure en perfectas condiciones con el paso del tiempo.