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La fachada de tu casa es una de las partes a las que le debes prestar más atención si quieres sobrevivir al invierno. Recuerda que está expuesta a las inclemencias del tiempo como la lluvia, los rayos del sol, la erosión o el salitre si vives cerca del mar. Todo esto puede ocasionar grietas por las que entre el gélido frío del invierno.

¿Cómo puedes saber si la fachada de tu casa necesita un aislante térmico? Para ello, debes hacer acopio de tus facturas y, también, de tu experiencia con el invierno anterior. Aunque ponías la calefacción, ¿cómo era la sensación térmica dentro de tu hogar? La respuesta a esta pregunta más los gastos que estén en tus facturas te permitirán saber si tu casa está correctamente aislada. Lo normal es que no sea así.

Según el periódico La Razón, en España «de los 25 millones de viviendas que hay, el 44% fueron construidas antes de 1979 sin ninguna consideración a la eficiencia energética y al ahorro». Se trata de un porcentaje bastante elevado que es necesario cambiar, ya que ahora que la luz está por las nubes, el aislamiento térmico puede reducir de forma considerable las facturas que te lleguen después del invierno.

Incremento del confort sin que aumente el precio de las facturas

En Tripomant cuentan con una amplia variedad de aislantes que resolverán los problemas que puedas tener con la fachada de tu casa en invierno. Se acabará esa sensación de que la pared está fría, a pesar de que la calefacción la tienes al máximo. ¿Sabes que con Tripomant podrás prescindir de la calefacción la mayor parte del tiempo?

Esto se debe a que el calor no saldrá al exterior y, tampoco, el frío penetrará en tu vivienda. De esta manera, si tienes una casa pequeña, puede que solo tengas que encender tu calefacción unos pocos minutos al día. ¿Te imaginas lo mucho que puedes ahorrar este invierno gracias a esto? Además, la sensación de confort será superior a la que experimentabas hasta ahora. ¡No volverás a pasar frío!

Invertir en un aislamiento para toda la vida

Una de las características que tiene Tripomant frente a otros tipos de aislantes es que dura toda la vida. A pesar de que se instala con facilidad y de que apenas ocupa espacio, nuestros aislantes se caracterizan por ser imputrescibles, inatacables por insectos y resistentes al tiempo. Ni la humedad, ni la lluvia, ni el calor podrán contra Tripomant.

¿Por qué invertir en un aislante así? Pues porque va a suponer un gasto de dinero que, como es lógico, querrás que te compense. La verdad es que esto lo va a hacer desde el primer día. Dejarás de depender tanto de la calefacción y descubrirás cómo en tu casa hay una sensación térmica agradable las 24 horas del día. ¡Qué gran noticia!

Tripomant abriga la fachada de tu casa este invierno

¿Sabes que hasta el 20% de la energía se escapa por la fachada de tu casa? Además, si sufres humedades, sabrás perfectamente que la fachada puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza. Para evitarlo, Tripomant te puede ayudar a que este invierno lo pases mucho mejor y, sobre todo, con algo más de dinero en los bolsillos.

Además, si ya tienes un aislante, pero con el tiempo parece que ha dejado de cumplir con su función, es importante cambiarlo. Ya hemos mencionado que con Tripomant no tendrás que preocuparte por el paso del tiempo, ya que ¡se trata de un aislante duradero! Prepárate para recibir visitar en casa sin que vuelvan a sufrir el gélido frío de antes.

Abriga la fachada de tu casa este invierno con un aislante eficaz y deja de preocuparte por las facturas. Con todo, ¡no te olvides de las ayudas que el Estado puede tener para ti por invertir en aislamiento térmico! Con ellas, ya no tendrás excusas para cubrir la fachada de tu casa con Tripomant y pasar un invierno mucho más agradable que los anteriores.